725 mt
distancia
61 mt
ascenso
ACCESO PEDRO DE VALDIVIA
Atraviesa el portal de acceso y camina por la vereda de la calle. Antes de llegar a la curva, toma por la pasarela de madera y llegarás a la plaza Peñihue.
PLAZA PEÑIHUE
Atraviesa en diagonal por las pasarelas de la plaza y sube por la escalera que ves al frente. Una vez arriba, te encontrarás con un sendero. Toma a tu derecha y sube por éste hasta llegar al mirador Mapulemu.
MIRADOR MAPULEMU
54 mt
distancia
Continúa en la dirección que venías y cruza la calle por el paso cebra. Ingresas al jardín Mapulemu. Avanza unos metros y llegarás a la explanada.
EXPLANADA
Toma por el sendero que sube por la ladera que está a tu derecha. Sigue por ese sendero, pasarás por un mirador a tu izquierda. Sigue subiendo y toma por el primer sendero que encuentres a tu izquierda. Camina por él unos metros y llegarás al rincón donde a veces se activa una cascada.
RINCÓN DEL SUR
Historia & Paisaje
Más de cien años han pasado desde que se aprobó la Ley de Transformación del cerro San Cristóbal en 1917.
Entonces, la población de Santiago se acercaba a las 500 mil personas. Un siglo después, en 2017, este número se multiplicaría por trece.
Esta ley permitió al Estado expropiar los terrenos que hoy conforman el Parque Metropolitano, hasta entonces repartidos entre decenas de propietarios privados.
Se financió la construcción de los caminos a la cumbre, las obras de riego y el canal que tomó las aguas del río Mapocho.
A partir de esto, se inició un programa de forestación que hasta el día de hoy continúa, “en nombre de la salud y la belleza” para los santiaguinos.
Y se habilitaron distintos espacios y rincones para acoger a los paseantes y brindarles una experiencia significativa de contacto con la naturaleza.
RECUERDOS DEL PASADO ANTERIOR A LA TRANSFORMACIÓN
“Más que el Santa Lucía, magnífico peñón que constituye un justo orgullo para nuestra ciudad tan pobre en paseos, se impone por su tamaño el cerro San Cristóbal.
Desde cualquier punto que se le busque con la mirada, puede vérsele como un centinela gigante que meditase sobre el destino de ese medio millón de almas que pulula a sus pies con la agitación de gusanillos.
Cualquiera que sean los trastornos que se operen a su alrededor, el San Cristóbal permanece inmutable sin perder por un instante su actitud de hombre grave y sesudo.
¿Qué de cosas podría contarnos ese taciturno testigo de la historia de Santiago si una conmoción milagrosa despertara sus entrañas de piedra y pudiera expresar en nuestro idioma sus íntimos pensamientos?”
PACÍFICO MAGAZINE, Noviembre 1914
Historia & Paisaje
Primer espacio en Chile destinado a la educación ambiental al aire libre.
Diseñado por arquitectas paisajistas del parque de los años 80, que recibieron el aporte en plantas e ideas de la gran botánica Adriana Hoffman.
Se trata de un arboretum dedicado a representar formaciones vegetales de las distintas zonas del país, aprovechando las variadas exposiciones de sus laderas al sol y a la sombra.
Senderos y estaciones diseñadas para educar al aire libre, que han servido de aula viva para cientos de estudiantes que lo han visitado por más de 40 años.
Construido en tiempos de dictadura y fuerte depresión económica, por miles de trabajadores cesantes contratados por un programa de empleo de emergencia a cambio de una paga mínima.
En la actualidad, este hermoso jardín sigue vivo, escondiendo múltiples tesoros por descubrir.
Hongos
El Reino Fungi es el tercer gran Reino de Vida, junto a los Reinos Animalia y Plantae.
Se trata de un mundo extraordinariamente diverso en materia de especies y variedad de formas de desarrollo.
Los hongos que vemos a simple vista sólo corresponden a la forma que presentan sus aparatos reproductores.
Y éstos son solo visibles en determinadas épocas del año, bajo ciertas condiciones ambientales y, en la mayoría de los casos, por períodos de tiempo muy cortos.
Reconoceremos algunas especies del Reino Fungi con las cuales convivimos y que a la vez son piezas fundamentales para la salud de nuestros ecosistemas.
Algunos hongos son comestibles y otros tienen un potencial uso medicinal.
Aunque el número de hongos tóxicos es relativamente pequeño y que los venenosos son una minoría, el reconocimiento de las especies, permite evitar las intoxicaciones que se producen por la ingesta de especies inapropiadas.
Sin embargo, la mayoría de los hongos encontrados en la Ruta no son comestibles. Por favor, no los recolectes innecesariamente.
NUESTRO PRIMER HALLAZGO:
SUBIENDO POR LA ESCALERA DESDE PLAZA PEÑIHUE
Ejemplar de Tubaria furfurácea encontrada el 20 de julio de 2022
Las estructuras de lineas radiales bajo el sombrero del hongo son llamadas lamelas. Por estos surcos se liberan las esporas, las que se dispersan por aire y/o agua
Dado que las esporas y otras estructuras reproductivas no son visibles a simple vista, se requiere mirarlas en el microscopio.
Sólo a través del análisis de las características de estas estructuras reproductivas, por sus colores y formas, se puede determinar certeramente una especie.
Las exploraciones o muestreos en campo y el posterior reconocimiento de las muestras en laboratorio requiere de varias temporadas.
En los estudios científicos se habla de 2 a 4 años como mínimo, para recién conocer qué hongos habitan el lugar.
Para saber cuál es el nombre del género y la especie, debemos tener más de un ejemplar y ojalá en diferentes fases de crecimiento, descripción del hábitat, características macroscópicas y microscópicas.
Género / especie
Tubaria aff. furfurácea
Temporada
Invierno
Rol
Descomponedor
Comestible
Sin interés culinario
Forma
Sombrero, pie con lamelas
Hongos
¿Cuánto ha logrado sobrevivir este pimiento, que se aferra en sus visibles raíces, abriéndose paso entre las fisuras de rocas más profundas?.
¿Y qué tesoros esconde su corteza? ¿Quién se cobijará aquí?.
Un esporoma con sombrero y pie, de tamaño pequeño y delicado.
Vistas al microscopio, sus esporas aparecen en masas globoss, elipsoides o cilíndricas.
Este representante del género es saprófita, ya que se alimenta de materia orgánica vegetal, y preferentemente lignícola, pues se nutre de madera. Otras también se encuentran en humus.
Los hongos se desarrollan en ambientes preferentemente húmedos y oscuros.
El cuerpo del hongo se desarrolla y vive bajo el sustrato, preferentemente en lugares húmedos y oscuros. Está compuestos por hifas, filamentos pluricelulares que forman una red enmarañada que permanece oculta: el micelio.
Las hifas pueden crecer con mucha rapidez, hasta más de 1 milímetro por hora, en forma lineal y ramificada, por lo que el micelio puede llegar a abarcar una gran superficie.
Género / especie
Mycena sp.
Temporada
Otoño / Invierno
Rol
Descomponedor
Comestible
Algunas especies se consideran comestible, otras sin interés culinario
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Hongos
Habitan entre el humus húmedo, en forma de tocones de madera y sobre la corteza de los árboles dentro del bosque.
Un rincón lleno de descomponedores de materia orgánica. Con sus sombreros rojos de forma ovoidal durante su etapa juvenil, al madurar se tornarán marrones y acampanados.
Sus píleos miden entre 1 y 3 centímetros de diámetro. Y sus estípites entre 3 y 8 centímetros de altura, con apenas un par de milímetros de ancho.
Al dañarse, exhudan un látex color rojo oscuro. De allí su nombre referido a la sangre (Mycena hematopus).
Género / especie
Mycena haematopus
Temporada
Otoño / Invierno
Rol
Descomponedor
Comestible
Sin interés culinario
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Hongos
Justo antes de continuar la Ruta por el sendero que sube después de la explanada, encontramos un ejemplar de Amanita sp.
Tiene escamas y un anillo, estructuras fundamentales para reconocer una Amanita.
Las micorrizas:
Asociaciones simbióticas entre hongos y raíces de plantas vasculares.
Debajo de la tierra, las hifas del hongo se enlazan con las raíces de los árboles, intercambian nutrientes y se ayudan mutuamente.
Esta capacidad de establecer una asociación simbiótica con las raíces de plantas denominadas micorrizas, juega un rol clave de los hongos en el ecosistema.
Mientras el hongo micorrícico provee a la planta de nutrientes que por sí misma no puede sintetizar; la planta le proporciona hidratos de carbono para su crecimiento y desarrollo.
En Alicia en el país de las maravillas, existe un hongo que la hace cambiar de tamaño. Se trata de otra especie de Amanita: la Amanita muscaria.
Se dice que estas propiedades mágicas inspiraron a su autor, Lewis Carrol, por el efecto alucinógeno provocado por su consumo.
A pesar de ser un hongo venenoso con propiedades alucinógenas, es interesante notar la buena acogida que ha tenido la Amanita muscaria en la cultura occidental, transformándola en un emblema de la ficción fantástica.
Evocamos la imagen de un hongo rojo con manchas blancas cuando tenemos que dibujar una seta. También vinculamos la Amanita con las dimensiones mágicas de la realidad. Y se suele encontrar, al lado de ella, un gnomo o duende que la habita.
¿CONOCES LA LEYENDA DEL ORIGEN DE PAPÁ NOEL?
¿De ese tipo regordete de rojas mejillas que baja por la chimenea la noche de Navidad, con el traje de colores rojo y blanco de la Amanita muscaria?
La tradición nace en Laponia, donde los pueblos nórdicos de Sami habitualmente comían setas alucinógenas, las que también daban a sus renos en los días posteriores al solsticio de invierno. Se vestían de rojo y blanco, regalaban los hongos y se intoxicaban hasta el punto de poder creer que volaban.
Además, chamanes siberianos utilizaban un traje imitando el aspecto de la Amanita de color rojo con puntos blancos y, con las grandes nevadas, introducían las setas por la chimenea para que no se humedecieran.
Siglos después, San Nicolás, un obispo turco, llevaba regalos a los más necesitados, usando un traje que combinaba los mismos colores.
¿Y qué relación hay entre el árbol de navidad y el hongo?
Es que la Amanita muscaria crece bajo los pinos de las planicies siberianas, semejando regalos.
Sus chamanes cortaban estos hongos y los colgaban de las ramas de los pinos, para evitar que los renos accedieran fácilmente, ya que también los codiciaban.
Y para secarlos y eliminar así sus toxicidades letales, conservando sus características alucinógenas.
Todo esto nos recuerda las esferas que ahora cuelgan del árbol de Navidad.
¿Y los renos voladores?
En invierno, las planicies siberianas están cubiertas de nieve. Los renos buscan su alimento escarbando en ella. Dado su gusto por este hongo alucinógeno y su particular resistencia a las toxicidades, se les solía ver en estado de “posesión”, corriendo y saltando, incluso tan alto que parecían volar.
Y quienes no podían acceder a setas secas recogían la orina de los renos, ya limpia de las toxinas letales del hongo, pero con la suficiente concentración de propiedades psicoactivas.
Al ingerir este “líquido mágico” los chamanes podían entrar en trance y apreciar a los renos voladores.
Género / especie
Amanita sp
Temporada
Otoño / Invierno
Hábito
Micorriza
Comestible
Tóxico
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Líquenes
Por su forma y aspecto, aparentaba ser un liquen, pero no lo era.
Se trataba de un hongo de aspecto crustáceo, estábamos en esta ladera de exposición oriente, recubierta de matorral y herbáceas, con presencia de hojarasca y chips de madera, a 690 metros de altura.
Entre la vegetación circundante, se reconocen ejemplares de palqui, pimiento, aromo y distintas variedades de ortiga.
Las distintas especies de líquenes son muy difíciles de distinguir a simple vista.
Se deben analizar datos morfológicos, químicos y de genética molecular para identificar de qué especie se trata.
Se estima que los líquenes representan el 8% de la flora vegetal a nivel mundial.
Se desconoce el número real de especies, debido a que son muy pocas las personas que se dedican a su estudio.
Aunque cada año se describen varios cientos de nuevas especies.