1.244 mt
distancia
108 mt
ascenso
CASA DE LA CULTURA ANAHUAC
Dobla por la terraza a tu izquierda y luego a la derecha como si fueras a ingresar a la casa. Toma entonces la bajada a la izquierda y comienza a descender por un sendero en zigzag hasta volver al camino de acceso y estacionamientos de la casa de la cultura. Allí, toma a tu derecha y continúa por el camino hasta cruzar la reja de salida del recinto, donde se inicia una subida por un sendero más rústico. Una vez hayas alcanzado una barra de fierro, toma por la huella que continúa subiendo a mano izquierda hasta llegar a un nuevo cruce de calle.
CRUCE DE CALLE
Cruza la calle por el paso cebra y toma la huella que se asoma entre el ramaje. Continúa por ese sendero en medio del bosque en línea recta hasta llegar a una nueva calle.
CRUCE DE SUBIDA FOSTER
Dobla por la calle unos metros y toma el sendero que nace a tu izquierda. Continúa por éste en medio del bosque y dobla a la izquierda cuando llegues a un camino más ancho. Verás los restos de una antigua terraza de baldosas. Cuando hayas pasado por una casa, dobla a tu derecha y acércate al pie de una gran pared de roca.
MIRADOR DE LA GRAN ROCA
Toma a tu izquierda y continúa caminando por las ruinas de lo que fue el Casino Cumbre. Baja unos escalones y llegarás a una gran terraza en forma de tablero de damas.
TERRAZA CERQUITA DEL CIELO
Historia & Paisaje
El encargo de esta obra al arquitecto Carlos Martner se basó en la disponibilidad de recursos en el lugar: piedras de sus canteras, canteros y muchas ideas del administrador del parque, Jorge de la Cruz.
Lo demás fue financiado por el gobierno de México, gracias a las gestiones realizadas por su embajador.
Se la llamaría inicialmente “Casa del Arte del doctor Atl”, pero fue bautizada como “Casa de la Cultura Anahuac”, en homenaje al valle central de México, donde floreció la cultura de montaña de Mesoamérica desde la primitiva ciudad de Cuicuilco, de piedras sin labrar, hasta las espectaculares pirámides del período clásico.
Obra vanguardista de la arquitectura chilena por el uso de grandes ventanales, destaca por la fuerza de sus líneas, el empleo de la piedra y la madera gruesa en su construcción, por los jardines que la rodean y por la placentera vista que propone.
Las obras de remozamiento de los exteriores de la casa fueron diseñadas también por Martner, cincuenta años más tarde, junto al arquitecto Humberto Eliash.
Apuntes de block de Carlos Martner
“Me interesa el arte latinoamericano. El choque de dos culturas: la cultura occidental y la cultura americana precolombina. El mestizaje cultural.
Chile es parte de Latinoamérica. Chile debe perfilar su cultura como tal. Inútil tratar de perfilarse como europeo u otra cosa.
Debemos hacer un esfuerzo grande en buscar nuestras raíces culturales.
¿Qué es lo propio?, ¿cuál es nuestro aporte cultural al resto del mundo?. ¿Existe?.”
Historia & Paisaje
Juan Sin Sal, un humorista de comienzos del siglo veinte, hacía reír a los santiaguinos de manera sarcástica, comparando al San Cristóbal con una “gran muela llena de caries”.
Desde muy antiguo, el cerro fue intervenido por los habitantes del valle. Sus suelos se fueron degradando poco a poco hasta perder su cubierta boscosa anterior, quedando muchas zonas al desnudo.
Desde finales del siglo XIX y primeros años del siglo pasado, sus rocas fueron intensamente explotadas como canteras.
De canteras como ésta salieron las defensas fluviales que encauzan el río Mapocho y los adoquines que todavía persisten en muchas calzadas de la ciudad de Santiago.
Y, mucho antes, la roca usada para esculpir el escudo de armas español, terminado poco antes de la independencia de Chile, que Vicuña Mackenna trasladó al transformado cerro Santa Lucía luego de haber caído en el abandono.
Vemos entonces que la ley de 1917 permitió expropiar a decenas de propietarios del cerro, muchos de los cuales eran santiaguinos que se enriquecían cobrando jugosas indemnizaciones por la explotación de sus canteras.
Hongos
Género cosmopolita, de amplia distribución mundial, en Chile se encuentra en las zonas central y centro sur.
Crece en grupos, alrededor de tocones de madera en el suelo. Abunda en parques y jardines urbanos, entre los restos vegetales de árboles vivos o muertos.
Los estípites son firmes, huecos y semibrillantes, de entre 8 y 15 cm de altura y 1 cm de ancho
Sus píleos, de entre 3 y 8 cm de diámetro, de color gris claro, variando a café claro, tienen el centro más oscuro en la madurez y pequeñas escamas.
Estos hongos se licúan y se descomponen a sí mismos, autodigeriéndose. Por eso los micólogos los llaman delicuescentes.
Chorrean un tinte oscuro que ha sido usado por diversas comunidades y artistas en la preparación de sus pinturas y tintas.
De distribución cosmopolita, en Chile se encuentran entre la zona central y la Patagonia.
Adolf Hitler utilizaba tintas de hongos como este, para firmar con ella documentos comprometidos y evitar que falsificaran su firma.
Sabedor de que la tinta contenía esporas reproductoras, se sentía cubierto de riesgos de imposturas. Bastaba que pusieran su firma ante un microscopio para comprobar si la tinta contenía o no esas esporas.
Género / especie
Coprinellus sp.
Temporada
Otoño / Invierno
Rol
Descomponedor
Comestible
No comestible
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Hongos
Hongos característicos de las zonas áridas de Chile, distribuidos desde el centro al norte del país.
Tienen un saco de esporas de tipo globoso. Por esto, se les conoce como hongos puf.
Encierran sus esporas en los globos y se mantienen en estado latente, esperando que una gota de agua caiga sobre ellos y genere la dispersión de esporas.
Este hongo posee cañones que disparan las esporas lejos del organismo progenitor. Liberan una nube de ellas cuando son golpeados o pisados.
Donde sea que éstas caigan, no se desarrollan hasta que las condiciones sean favorables para el crecimiento, bajo la forma de nuevas hifas.
La mayoría de los hongos se reproducen por esporas, que se propagan por corrientes de agua, viento o a través de otros organismos.
Al desarrollarse en el sustrato, las esporas dan origen al micelio primario. Cuando dos hifas son compatibles, se unen y originan un micelio secundario; y éste, al formar el primordio, da paso a un nuevo esporofito, denominado micelio terciario.
También conocidos como «honguitos guaguas», los primordios son el primer componente visible de un hongo.
Como objetivo final tienen el crear nuevos seres fúngicos y dispersarlos en forma de esporas.
Género / especie
Tulostoma sp.
Temporada
Otoño / Invierno / Primavera
Rol
Descomponedor
Comestible
Sin interés culinario o no comestible
Forma
Globo y pie
Hongos
Se trata de un género descomponedor de materia orgánica, cosmopolita, que se desarrolla generalmente entre pastizales.
Considerado difícil de estudiar debido a las similitudes macroscópicas que presenta con otros géneros, por lo que se requiere de un análisis microscópico detallado para determinarlo.
Perteneciente al orden de hongos Agaricales, que incluye a algunas de las setas más conocidas.
Nuestra investigación se basó en el conocimiento y aplicación de buenas prácticas en la recolección de muestras de cuerpos fructíferos durante las salidas a terreno, para su posterior investigación en el laboratorio.
Lo mismo cabe decir para la cuidadosa toma de las esporadas.
Respetando las estacionalidades y los tiempos de fructificación, es siempre importante recolectar con canastos, para que los hongos liberen sus esporas y cortar sus estípites con cuchillo para proteger sus tejidos.
Género / especie
Melanoleuca
Temporada
Invierno
Hábito
Descomponedor
Comestible
Algunos se reportan comestibles, pero también hay tóxicos
Forma
Sombrero, pie con lamelas
Hongos
Comenzando el mes de agosto, nuestra sorpresa y alegría fueron mayores al encontrar un ejemplar de hongo con aspecto de coral.
Tiene una forma similar al changle, coral de tierra en mapuzungün.
La Ramaria se encuentra en los bosques del sur de Chile, en zonas húmedas y oscuras, siendo este uno de los primeros registros de su presencia en la Región Metropolitana.
¿Tendrá esta pequeña muestra recolectada un alto valor científico?
El paciente estudio de sus esporas en el laboratorio y la discusión con especialistas podrán darnos la respuesta.
Giuliana Furci, en su segunda Guía de campo de Hongos de Chile, describe a la Ramaria flaccida como un hongo con forma de coral, de color amarillo ocre, delgado, suave, altamente ramificado en ramas erectas y derechas, próximas entre sí.
De olor fúngico agradable, sabor amargo, también se le conoce como “changle amargo”.
Desde tiempos ancestrales, el pueblo mapuche ha recolectado productos comestibles en la montaña y en el bosque, relacionándose de manera vital con los hongos.
No solo forman parte de su dieta: también los utilizan con fines medicinales y para la producción de tintas para sus tejidos.
Durante las distintas estaciones de cada año, las abuelas y los abuelos revitalizan los saberes en torno a la recolección de hongos acompañando a sus nietas y nietos en largas caminatas por el bosque.
En otoño, en los tiempos del descanso y la cosecha, en los días de las primeras lluvias, y en primavera, en épocas de brotes.
Género / especie
Ramaria o Phaeoclavulina
Temporada
Invierno
Rol
Descomponedor
Comestible
No comestible
Forma
Coral o rama
Hongos
Justo antes de continuar la Ruta por el sendero que sube después de la explanada, encontramos un ejemplar de Amanita sp.
Tiene escamas y un anillo, estructuras fundamentales para reconocer una Amanita.
Las micorrizas:
Asociaciones simbióticas entre hongos y raíces de plantas vasculares.
Debajo de la tierra, las hifas del hongo se enlazan con las raíces de los árboles, intercambian nutrientes y se ayudan mutuamente.
Esta capacidad de establecer una asociación simbiótica con las raíces de plantas denominadas micorrizas, juega un rol clave de los hongos en el ecosistema.
Mientras el hongo micorrícico provee a la planta de nutrientes que por sí misma no puede sintetizar; la planta le proporciona hidratos de carbono para su crecimiento y desarrollo.
En Alicia en el país de las maravillas, existe un hongo que la hace cambiar de tamaño. Se trata de otra especie de Amanita: la Amanita muscaria.
Se dice que estas propiedades mágicas inspiraron a su autor, Lewis Carrol, por el efecto alucinógeno provocado por su consumo.
A pesar de ser un hongo venenoso con propiedades alucinógenas, es interesante notar la buena acogida que ha tenido la Amanita muscaria en la cultura occidental, transformándola en un emblema de la ficción fantástica.
Evocamos la imagen de un hongo rojo con manchas blancas cuando tenemos que dibujar una seta. También vinculamos la Amanita con las dimensiones mágicas de la realidad. Y se suele encontrar, al lado de ella, un gnomo o duende que la habita.
¿CONOCES LA LEYENDA DEL ORIGEN DE PAPÁ NOEL?
¿De ese tipo regordete de rojas mejillas que baja por la chimenea la noche de Navidad, con el traje de colores rojo y blanco de la Amanita muscaria?
La tradición nace en Laponia, donde los pueblos nórdicos de Sami habitualmente comían setas alucinógenas, las que también daban a sus renos en los días posteriores al solsticio de invierno. Se vestían de rojo y blanco, regalaban los hongos y se intoxicaban hasta el punto de poder creer que volaban.
Además, chamanes siberianos utilizaban un traje imitando el aspecto de la Amanita de color rojo con puntos blancos y, con las grandes nevadas, introducían las setas por la chimenea para que no se humedecieran.
Siglos después, San Nicolás, un obispo turco, llevaba regalos a los más necesitados, usando un traje que combinaba los mismos colores.
¿Y qué relación hay entre el árbol de navidad y el hongo?
Es que la Amanita muscaria crece bajo los pinos de las planicies siberianas, semejando regalos.
Sus chamanes cortaban estos hongos y los colgaban de las ramas de los pinos, para evitar que los renos accedieran fácilmente, ya que también los codiciaban.
Y para secarlos y eliminar así sus toxicidades letales, conservando sus características alucinógenas.
Todo esto nos recuerda las esferas que ahora cuelgan del árbol de Navidad.
¿Y los renos voladores?
En invierno, las planicies siberianas están cubiertas de nieve. Los renos buscan su alimento escarbando en ella. Dado su gusto por este hongo alucinógeno y su particular resistencia a las toxicidades, se les solía ver en estado de “posesión”, corriendo y saltando, incluso tan alto que parecían volar.
Y quienes no podían acceder a setas secas recogían la orina de los renos, ya limpia de las toxinas letales del hongo, pero con la suficiente concentración de propiedades psicoactivas.
Al ingerir este “líquido mágico” los chamanes podían entrar en trance y apreciar a los renos voladores.
Género / especie
Amanita sp
Temporada
Otoño / Invierno
Hábito
Micorriza
Comestible
Tóxico
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Hongos
Agaricus es un amplio género de hongos compuesto por unas 300 especies distintas en el mundo, incluido entre éstas el champiñón común (Agaricus bisporus).
Su sombrero es blanco con tintes amarillentos-ocráceos y su textura lisa y suave. Es de forma redondeada cuando joven y convexo al envejecer.
El estípite es blanco, de forma cilíndrica que engruesa hacia la base, de textura lisa y suave. Crece sobre suelo y pasto en praderas y potreros.
Las lamelas no están fijas al pie. Son densas, de colores muy pálidos al comienzo, después adquieren matices rosados y, finalmente, de color marrón-negruzco.
La carne suele ser densa y firme. De color blanquecina, en contacto con el aire adquiere tonos rojizos o amarillentos.
A fines del siglo XVII, un grupo de niñas del puritano pueblo de Salem -entonces colonia británica de Nueva Inglaterra, hoy estado de Massachussets, Estados Unidos- empezaron a sufrir actos de locura, que fueron atribuidos a Satanás.
Según cuentan las crónicas de la época, las niñas comenzaron a padecer convulsiones en público, a pronunciar palabras y frases sin sentido, a estallar en llantos súbitos y sin motivo aparente y a tener comportamientos bestiales.
Muchas teorías intentan explicar lo sucedido, pero ninguna ha logrado aclarar los hechos que empujaron a la caza de brujas más famosa de la historia americana.
La hipótesis más aceptada actualmente es que las niñas se contaminaron al consumir pan de centeno en mal estado.
El cornezuelo, un hongo que crece en las espigas del centeno y contiene un alcaloide que provoca alucinaciones, convulsiones y gangrena. Se lo sindica como el principal sospechoso de haber desatado esta tragedia.
Género / especie
Agaricus sp.
Temporada
Otoño / Invierno / Primavera
Rol
Descomponedor
Comestible
La mayoría de las especies son comestible
Forma
Sombrero con lamelas y pie
Líquenes
En un sitio web desarrollado por el Servicio Nacional de Geología y Minería se revela la historia geológica del cerro, del cual extraemos algunos pasajes que nos ilumina la lectura de esta formación rocosa.
Gran parte del cerro San Cristóbal y del frente cordillerano andino de Santiago corresponde a rocas volcánicas de entre 28 y 23 millones de años de antigüedad.
En ese extenso período, erupciones violentas y explosivas arrojaban nubes ardientes de cenizas, gases y pedazos de roca que se depositaban en la gran depresión ubicada al este de la antigua cordillera de la Costa, en lo que es hoy el valle de Santiago.
El volcanismo se reactivó nuevamente en los comienzos de la época del Mioceno, entre los 22 y 20 millones de años atrás, depositando sus productos sobre las rocas de la formación anterior.
Desde entonces, los sucesivos procesos de alzamiento y desgaste de las rocas apenas nos dejan ver en el presente las señales de lo que podríamos llamar “las raíces” de esos volcanes tan antiguos.
La elevada pared rocosa que tenemos al frente, corresponde a una de estas raíces volcánicas, de formas similares a las que se observan en el cerro Santa Lucía.
Se trata de rocas intrusivas, formadas a partir del enfriamiento del magma bajo el volcán, ya sea en su cámara o en conductos alimentadores que en su momento no alcanzaron a llegar a la superficie.
Se nos aparece una particular y llamativa forma, conocida como disyunción columnar, generada durante el enfriamiento del magma que permaneció durante milenios bajo la superficie hasta emerger producto del desgaste de las rocas que sostenía.
Y arriba a la izquierda de las formas columnares, nos da una calurosa bienvenida al mundo de los líquenes, estos mudos testigos de las transformaciones del cerro realizadas durante el efímero período de la influencia humana.
Hermosos líquenes en tonalidades anaranjadas y verdosas, decorando y utilizando como sustrato para vivir al gran murallón de roca, ubicado en una de las antecumbres del cerro San Cristóbal.
Se trata de especies que desarrollan estrategias para vivir de cara al sol, y protegerse de las radiaciones UV y las altas temperaturas.