Polyporales
Polyporales es un orden de hongos que, como su nombre lo indica, posee muchos poros.
Sus cuerpos reproductivos se encuentran típicamente en árboles vivos o moribundos, en materia muerta adherida o caída.
Dentro de éstos están los poliporos, que forman grandes cuerpos fructíferos con poros o tubos en su parte inferior, como el ejemplar que encontramos aquí.
Aparte de éste, nos encontramos con otros dos polyporales a lo largo de la ruta.
Primero, en la plaza de juegos Gabriela Mistral.
Y, segundo, al pie del sendero que rodea el torreón Victoria,
En medio de la corteza de un tocón de un viejo árbol cortado, se encuentra este cuerpo fructífero de un políporo de yesca, materia altamente inflamable por su estructura leñosa.
La comunidad neolítica de La Draga de Banyoles (España) ya usaba yescas hechas con hongos secos para encender o trasladar fuego hace 7.300 años, según prehistoriadores de Barcelona, que han hallado las evidencias más antiguas documentadas hasta ahora del uso tecnológico de las setas.
La mayoría de los ejemplares recuperados pertenecen a la familia de los políporos. Dos de sus piezas presentaban muestras evidentes de haber sido manipuladas con estos fines.
El yesquero se utilizaba para tomar las chispas que se desprendían de golpear una roca silícea contra un mineral rico en sulfuro férrico, como la pirita o la marcasita.
¿Sabías que los abuelos mapuche también lo hacían?
Trasladaban el fuego aprovechando la cáscara dura de la oreja de palo.
En el documental “Hongos Ancestrales”-. Neftalí Carinao cuenta a Giuliana Furci que, dentro de ella, colocaban un fosforito, una piedra calientita.
Eso hacía que el fuego no se apagara, no echara humo y se pudiera trasladar de un lugar a otro, durante sus largas caminatas por el bosque.